La Despedida

 

Lo que nunca leerás, estoy casi seguro de que no lo leerás. Y no porque no lo ponga a tu alcance, es solo que no lo harás. 

Es complicado abrir tu corazón, mostrarte por dentro, explicar el cómo y el por qué, el desearte hasta tensar mi cuerpo y mi mente, todo es complicado… Quizás o mejor estoy seguro que fuí el hombre más afortunado del mundo solo porque un día te tuve. ¿Sabes? Pocas veces se encuentran personas como tú y menos mujeres deseables, aunar todo es casi imposible, y lo tuve.

No entiendo, no alcanzo a comprender qué hice o qué pasó por tu cabeza para romper todo contacto. Sabe a bofetada y suena a desprecio, a ira, a tantas cosas… y en realidad no sé por qué, igual es eso lo peor, no saberlo. 

Yo soñaba con tenerte en mi vida, pero no te confundas, no destrozando nuestras vidas solo teniéndonos cómplices el uno al otro. Esperaba saber todo de tu vida… hay tantas cosas que pueden compartir solo con la persona adecuada, ya que yo esperaba ser. Esperaba contarte qué hago, qué temo, qué me gusta y cómo soy… Hay tantas cosas que confiar en la persona adecuada, la que yo esperaba que fueras.

Pero no pudo ser, ya no estás. Cerraste muchos puentes y no soy un pesado para cruzar las veredas escondidas que llevan a tí porque suena a pesado, a entrometido y a plasta. Y yo quiero que me recuerdes con cariño, si es posible, y no emborronar nuestro recuerdo. Es lo que queda, lo sé.

No te engaño que hubiese preferido saber el cómo y el por qué te hice daño o te aburrí o te harté… Vaya usted a saber.

En mis sueños te guardo, en mis palabras y en mi vida por si algún día te da por volver.

Aquí dejo la llave y prometo dejarla siempre.

©Derechos de autor. Todos los derechos reservados.

Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones

Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.