Mirar a tus ojos y escucharte, ver que la tristeza te atrapa. La ves reflejada en cada uno de tus rasgos, en tu cara, en tu pelo, hasta en tu cuerpo, esa petición de ayuda y yo sin saber cómo...
Quizás una sonrisa te anime o me haga parecer tonto.
Quizás agarrar tu mano lo interpretes como un atrevimiento.
Quizás unas palabras de consuelo te parezcan vacías y cumplidoras.
Quizás un beso ni siquiera lo permitas.
Pero si te enseño mis heridas, mis lagrimas ya secas sobre mi piel y las que corren ahora al recordar...
Si, se me quiebra la voz y tiemblan mis manos... Si después de que me veas tal y como tú estás sonrío, te miro y te digo que todo pasa, que todo va a estar mejor y si no lucharemos por acostumbrarnos, que nos daremos la mano y cuando no nos toque a uno nos tocará al otro pero siempre tendremos en quien apoyarnos.
La vida está para ser feliz, a pesar de todo y de todos, guíame, yo también te llevaré.
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