TODO CUENTOS E HISTORIAS

Pues era un corazón alegre y dicharachero que andaba siempre a su propio compás.

Ajeno a cualquier otro ritmo que no fuera el que él marcaba.

Pero a veces, en su camino, siempre encontraba cosas que no preveía.

Piedras enoooormes, cuestas infinitas.

 Pero él seguía a su propio compás.

 Y el tiempo pasaba y, a veces, sin darse cuenta él aceleraba el ritmo.

Y aceleraba y aceleraba.

Sus piernas (en mi mundo los corazones tienen piernas) le dolían, pero él no les hacía caso.

Pasaba raudo y veloz junto a otros corazones a los que ni siquiera escuchaba.

Un día, sin saber cómo, tropezó.

Y para no caer, a trompicones, cambió su ritmo.

Enfadado miro atrás, cosa que nunca hacía.

Primero vió la hierba, verde muy verde junto al camino que no había visto.

Luego vió que estaba salpicada de flores de varios colores todos fuertes y chillones.

Había  rojos de amapolas y rosas. 🌹

Y el corazón... pom pom, pom pom se dispuso a acelerar.

A recuperar su ritmo infernal.

Y no pudo, y no pudo... y tranquilo se quedó.

Y a las amapolas miró, rojas de un tono pasión.

Rojas color corazón.

Que se movieron pom pom, pom pom.

Al ritmo de otro corazón.

Extrañado las miró.

¿Sois amapolas o corazón?.

Son amapolas, de un rojo pasión, que te observan conmigo corazón. 

¿Y quién eres tú?.

Pues otro corazón.

Pues corre al camino y marca tu ritmo, rápido, y huyamos.

¿De qué? Le respondió el otro corazón.

De las piedras enormes, de las cuestas infinitas...

¿Y por qué habría de hacerlo? Las cuestas no corren y las piedras menos.

Pero me dolieron las piernas y tuve que acelerar mi ritmo por ellas.

Tuve miedo y ahora lo mejor es marcar el ritmo rápido.

No, no lo es.

Porque como tú has dicho, tuviste... pero ahora no.

Si corres, por miedo a lo que pasaste, no verás todo lo bueno que te vas a encontrar.

El ritmo es rápido, cuando debe serlo, y lento cuando debe serlo.

Mira la hierba y las flores, mira las amapolas... ellas tampoco se mueven.

Si corres no las verás y algún día las perderás, porque no se mueven y a su lado pasarás.

¿No las vas a disfrutar?.

No son cuestas ni piedras...son flores.

Hay hierba, huele a campo.

Acompasa tu ritmo corazón... pooom...pooom...pooom...pooom.

No tengas miedo de lo que ya no está y disfruta de lo que está.

Las piedras más gordas y las cuestas más empinadas ya las pasaste.

Y sabes que si te encuentras otras impondrás tu ritmo rápido, dicharachero y a su lado pasarás.

Y en un momento junto a otras flores llegarás y el olor a hierba te volverá a llenar.

Y con esto llego el final...final.

Moraleja: No tengas miedo las cuestas y las piedras pasaron ya y las amapolas entre la hierba esperando están