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En relación con los sucesos ocurridos y en aras a mantener los términos de nuestra amistad le ruego lea atentamente, puede presentarlo a sus abogados, el siguiente contrato:

*El Contrato*

-Para fijar los términos de un contrato de amistad, en el que se tengan previsto todos los supuestos y desarrollo de cada una de las cláusulas, podría recurrir a Benedetti. Es el que se me ocurre más aproximado (si no conoces su poema te lo paso).

-Aparte podríamos recoger los siguientes términos:

1. Este acuerdo es voluntario para cualquiera de las dos partes, estando facultada cualquiera de ellas para romperlo de la manera que considere más oportuna, siempre que sea de una manera amigable. Por ejemplo “Le ruego encarecidamente que se vaya usted a la porra”.

2. Cualquier tema puede ser tratado con el debido respeto y cortesía. Por ejemplo “Déjeme usted hacerle la observación de que es completamente idiota si mantiene...”.

3. Queda prohibido embrujar sin aviso. Y menos valerse de ese embrujo para el mantenimiento de atontolinamiento permanente a la otra parte.

4. Se exige mantener en el mejor estado de felicidad posible a la otra parte, estando facultada cualquiera de ellas a emplear los medios que considere oportunos, con la salvedad de las cosquillas sin avisar.

5. Se admite cualquier método de contacto para cualquiera de las partes, ya sean tecnológicos, como redes sociales o los más tradicionales como el tam-tam.

6. Se admiten cualquier tipo de croquetas y dulces (algunos sin azúcar y/o sin gluten para contentar a ambas partes)

7. Cualquier cambio de estado en esta relación (llámese de la amistad al odio, pasando por cualquier otro estado) llevará a una revisión de este contrato.

Si lo considera completamente de su agrado y dentro de los límites marcados en su vida ruego firme a pie de página.