TODO CUENTOS E HISTORIAS

Me quemaba, roja mi piel, había olvidado el reloj, el tiempo y la crema.

Mis ojos aún la seguían, mojada, con el bikini confundiéndose con su cuerpo.

Sus formas multiplicando el deseo, el agua ayudando deslizándose por ella.

Sus manos peinando su pelo, apelmazado, dejando libre su cara de cualquier adorno, libre su cuello.

Sin pensar me tiraría a sus pies y bebería las gotas que se deslizan por su cuerpo.

Piernas arriba, vientre mojado, terso el pecho.

Y yo quemándome al sol como un cangrejo.