Ella siempre mostraba desde ángulos imposibles aquello que le hacía más bella, se negaba desde sus complejos a cualquier atisbo de coquetería.
Siempre pensó que una mujer atractiva, de las que hacen rendir a cualquier hombre, no era nunca como ella.
Desde su parapeto de palabras evitaba la decepción de mostrar lo que creía que era.
Sin embargo la belleza nunca fue amiga de modas, ni de corsés, ni de curvas predeterminadas.
A cada palabra y a cada gesto él componía sus curvas, una a una, disfrutando de cada espacio de su cuerpo y aunque no lo viera siempre lo imaginaba como quien imagina el cielo o la felicidad más absoluta acariciándola, beso a beso.
©Derechos de autor. Todos los derechos reservados.
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.
Este sitio web utiliza tecnologías de seguimiento de terceros para proporcionar y mejorar continuamente nuestros servicios, y mostrarle anuncios de acuerdo a sus intereses.
Estoy de acuerdo y sé que puedo revocar mi consentimiento o cambiar las configuraciones del mismo en cualquier momento.
Más información
Con esta herramienta podrá activar o desactivar varias funcionalidades utilizadas en este sitio web tales como etiquetas, rastreadores, herramientas de análisis, etc.