Pocas cosas me atraen más que una mujer decidida.
Aquella que te envuelve con sus palabras mirándote a los ojos y llamándote con su risa.
Esa me atrae, y luego ya tendré tiempo de empeñarme en descubrir su formas y su belleza.
Y, probablemente, me parecerá mucho más atractiva minimizando sus defectos y ensalzando sus virtudes.
Y es que no hay nada más seductor que una mujer que te quiere, te mira y te seduce dándote a entender que solo tú eres su hombre, que solo eres tú.
Pero que ella es ella, una mujer decidida y segura de sí misma.
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